De la mañana a la noche, la pelota. En el campito. Eso era lo nuestro.
Según la época, casi todos los santos días. Hasta teníamos agujas de colchonero, esas curvas, para coser los gomos de cuero, porque a veces la pobre no aguantaba más y se descosía. Eso era complicado porque eran aquellas de “piripicho” que tenían un agujero por donde se podía sacar la cámara y dar vuelta el cuero como un calcetín, para poder arreglarla con piola de cometa bien encerada. Y, aguantaba lo que aguantaba. O cuando se pinchaba en la cina cina de la esquina frente a lo del indio Tabares.
Pa… En realidad lo que quería mostrar era la jugada del negro Cubilla en el mundial del 70, cuando le saca la pelota al ruso que la estaba protegiendo para que saliera del campo (nunca se supo si salió o no salió). Yo todavía lo veo en cámara lenta: el negro estira la pierna derecha, le cucharea la pelota hacia atrás, levanta el centro y… Golazo de Espárrago que aparece como un relámpago en el área y la manda adentro.
Nosotros estuvimos practicando esa jugada de todas las maneras posibles. Fue el primer mundial que vimos por televisión en blanco y negro, por supuesto, porque a la vuelta de mi casa en lo de Bentancurt habían comprado una. Éramos unos privilegiados.