24 x 13 de altura.
Los gurises se fueron a pasar la noche en la vieja posta de diligencias del arroyo Chuy, a dos leguas y poco del pueblo. Medio tapera en esa época. Después de comer, ya oscuro, pesó el cansancio y la medianoche sosegó las voces y las risas de los cuentos.
La madrugada trajo un ruido sordo de cascos de caballos sobre el puente de piedra. Algunos, con un poco de temor, se arrimaron a los huecos que hacían de ventanas en la antigua construcción. El carguero pasaba despacio con su caballo de tiro. Yaguarón quedaba lejos.